Parabolas Zen

A continuacion voy a poneros algunas parabolas zen. De todas se destila una (o varias) enseñanzas. Sois libres de poner si os ha aportado algo, si lo entendeis o no, e incluso poner las vuestras si os apetece.

Habia una vez un Rey ke keria organizar una gran pelea de gallos. Contrató al mayor instructor y le ordenó ke entrenara al mejor gallo del reino para un torneo pues keria ver grandes y epicos combates. El instructor aceptó.

Al cabo de una semana el rey fue al instructor y le dijo:

- Esta listo ya mi gallo?

A lo ke el instructor respondio

- Oh no majestad. Es joven e impulsivo. esta lleno de fuerza y furia pero ésta está mal canalizada y es fútil. no seria campeon.

El rey aceptó la palabra y se fue. Al mes volvio

- Esta listo ya mi gallo?

A lo ke el instructor respondio

- Aun no majestad. Ha ganado algo de experiencia pero es altivo y orgulloso. Responde facilmente a las provocaciones y si cruza su mirada con otro gallo aun se muestra agresivo y dispuesto a la pelea. no seria campeon

El rey acepto la palabra y volvio a marcharse. Pasó un año y volvio

- Esta listo ya mi gallo?

A lo ke el instructor respondió

- Oh sí señor. El gallo ahora es paciente y calmado. No ansia ni desespera por la victoria. Pasa sus dias en trankilidad y en calma consigo mismo, ha alcanzado el ekilibrio.

El rey animado preguntó

- Así ke peleará?

A lo ke el instructor respondio

- Kizá. Lo ke es seguro es ke será el campeon.

Cuando metieron al gallo del rey en el torneo con los otros gallos no llegó a pelear...el resto de animales huyeron despavoridos solo con verlo.

Bueno... me encantan las parábolas Zen (Estoy de un motivado ultimamente... xDDD)

El concepto que destila ésta es uno que de un modo u otro se respira cada día en mis entrenamientos de kendo, jeje, sobre todo ahora que ya me dejan hacer combate, así que yo, particularmente, me lo tomo bastante en serio, aunque es un estado difícil de alcanzar (y que no pretendo alcanzar en dos días... evidentemente...).

A mi hay una que me gusta mucho... que es la de la taza vacía

Según una vieja leyenda, un famoso guerrero, va de visita a la casa de un maestro Zen. Al llegar se presenta a éste, contándole de todos los títulos y aprendizajes que ha obtenido en años de sacrificados y largos estudios.

Después de tan sesuda presentación, le explica que ha venido a verlo para que le enseñe los secretos del conocimiento Zen.

Por toda respuesta el maestro se limita a invitarlo a sentarse y ofrecerle una taza de té.

Aparentemente distraído, sin dar muestras de mayor preocupación, el maestro vierte té en la taza del guerrero, y continúa vertiendo té aún después de que la taza está llena.

Consternado, el guerrero le advierte al maestro que la taza ya está llena, y que el té se escurre por la mesa.

El maestro le responde con tranquilidad "Exactamente señor. Usted ya viene con la taza llena, ¿cómo podría usted aprender algo?

Ante la expresión incrédula del guerrero el maestro enfatizó: " A menos que su taza esté vacía, no podrá aprender nada"

Esa enseñanza era una de las ke más extendio Bruce Lee (no solo era be water my friend...decia otras muchas cosas xD)

Yo os contaré ahora la historia de la Piedra de Luna

Se decia ke habia un gran maestro herminaño en las montañas. él poseia el mas poderoso arte marcial y la mas grandes de la sabidurias. Un joven, en una noche ke habia lluvia de estrellas, encontró su guarida y le pidio ke le aceptara como discipulo. Decir ke era creencia popular el llamar a las estrellas fugaces piedras de luna, pues creian ke eran partes de la luna ke caian a la tierra. Ni ke decir tiene ke se le asociaban poderes mágicos de todo tipo.

- para ke kieres serlo? - pregunto el anciano

- para ser el mejor en todo - dijo él

el viejo medito unos minutos y le dijo

- bajo mi entrenamiento seras el mas fuerte y el mas rapido, el mas sabio y mas inteligente, y tendras conocimiento sobre todas las cosas de esta vida. sin embargo - continuo- para ke yo te acepte como discipulo tendras ke traerme algo

- el ké ? pregnto ansioso el joven

-una piedra de luna

de modo ke el chaval salió resuelto al boske a buscar por todas partes la piedra caida del cielo. Busco y buscó y viajo y viajo. En sus viajes conocio muchos lugares y muchas gentes. Aprendio a montar a caballo, el tiro con arco. Para sobrevivir al hambre tubo ke hacerse mas picaro y tenaz ke la mayoria. Para sobrevivir a los bandidos tubo ke ser mas fuerte y rapido ke nadie. Pasaron años y años y el joven se transformó en un hombre alto y fornido, con una piel morena y dura como el cuero, unas habilidades físicas incomparables. Habia conocido numerosas culturas, filosofias, diferentes modo de vida. Conocio mucha gente, amigos y amores. Hasta ke llegado un dia, en medio de un crate humeante encontró un fragmento de meteorito.

Con él en mano volvio a akella cueva perdida en la montaña. Alli, moribundo por la extrema vejez yacia akel sabio.

-he encontrado la piedra de luna maestro – le dijo

el anciano, aunke ciego ya, y casi sordo, sonrio en su lecho de muerte y pronunció sus ultimas palabras

-entonces hijo mio, has alcanzado la plenitud ke buscabas, la piedra de luna ha cumplido su misión.

Sin palabras

:o Que... no encuentro la palabra... >_< coincido con Maruyama...

P.D. Aunque eso si... yo a lo que hace ese supuesto maestro le llamo escurrir el bulto... eh... To un vago...

jajaja, un poco si, la verdad....

Otra de maestros vagos que no les gusta mover el culo de su asiento... xDDDD Y por lo demás... de mis favoritas, por las razones que yo me sé.

El valor de las cosas

Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo:

-Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después...- y haciendo una pausa agregó Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

-E...encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.

-Bien-asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho, agregó- toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete ya y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió.

Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.

Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, y rechazó la oferta.

Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, monto su caballo y regresó.

Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro. Podría entonces habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.

Entró en la habitación.

-Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

-Que importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él, para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuanto te da por él. Pero no importa lo que te ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar.

El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:

-Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

-58 monedas??!-exclamó el joven.

-Sí -replicó el joyero- Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... si la venta es urgente...

El Joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

-Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.

Esta historia la leí hace algun tiempo aunke no recuerdo donde...es jodidamente genial, pero ke muy muy buena

Esta historia la he leido en un email que me mandaron hace un tiempo. Esta muy bien, si señor

El Ronin y el Mendigo

Se cuenta la historia de cierto ronin cuya habilidad no habia conocido igual. Jamas habia perdido un combate. Dicho ronin viajaba de pueblo en pueblo vendiendo su espada al mejor postor.

Siempre operaba del mismo modo: llegaba a un pueblo nuevo y daba una paliza al primero ke piyase delante del máximo de gente posible. Así la noticia de su llegada corria rapido como la polvora y solo tenia que sentarse a esperar las propuestas de trabajo.

Dicho ronin llegó por la mañana temprano a cierto pueblecito de las montañas y entró en la taberna. Allí vio a varios mercaderes y parroquianos, aunke le llamó la atención un borracho piojoso ke a duras penas si mantenia la consciencia apoyado en la barra.

Bien! Pensó el ronin. Aki tengo mi oportunidad.

Fanfarrón se acercó al mendigo y empezó a increparle y lo zarandeó con energía. El desconocido, al principio sorprendido, no puso resistencia; sin embargo el ronin necesitaba darle una paliza ejemplar, así ke cuando fue a darle un puñetazo akel borracho, con una impecable técnica y fluidez, consiguió proyectar a akel ronin lanzándolo por los aires a través de la ventana de akella taberna ke daba al patio trasero (un corral) hundiéndolo de cabeza hasta los tobillos en una montaña de estiércol.

Ni ke decir tiene ke el lugar estalló en risas a costa del pobre ronin ke habia sido vapuleado por akel andrajoso. El mendigo sin hacer gesto de victoria alguno se sentó en silencio en su taburete sobre la barra y siguió bebiendo.

Akel ronin no pudo soportar la vergüenza de las burlas y aun cubierto de mierda de pies a cabeza salió corriendo del pueblo. Dedidó los siguientes años de su vida a cultivar su rencor y odio hacia akel vagabundo. No podia creer ke le hubiera puesto en ridículo de akella forma! A él ke jamas habia perdido un combate! Entrenó y entrenó hasta ke multiplicó su fuerza agilidad e inteligencia. Llegó a tal grado de maestria ke podia cortar rocas con su espada sin lastimar la hoja, podia saltar de arbol en arbol y podia atrapar una mosca con los palillos sin llegar a matarla.

Cuando se vio en el apogeo de su poder volvió a akel pueblo, a akella taberna y encontró al mendigo exactamente como lo dejó: sentado en el mismo sitio, con los mismos harapos bebiendo sin parar.

-Te acuerdas de mi? – dijo furioso- hace años me humillaste delante de todos pero he estado entrenando muy duro y mi poder es superior al de cualkiera y ahora vas a pagar!

Y desenfudó su katana y lanzó el mandoble mas rapido y poderoso ke los alli presentes habían visto jamas. El vagabundo, sin embargo, saltó como un rayo del taburete metiendose en la guardia del ronin y aprovechó su propia fuerza para proyectarlo de la misma manera ke hiciera años atrás lanzando al ronin por los aires llendo a parar exactamente al mismo montón de estiércol...

Mientras todos reian a mas no poder el vagabundo se sentó en la barra y antes de volver a tomar otro trago dijo para sí

-Yo tb he estado entrenando un poco...

yeah madalena yeah, ahí llevas al vagabundo

En las manos del destino

Un gran general, llamado Nobunaga, había tomado la decisión de atacar al enemigo, a pesar de que sus tropas fueran ampliamente inferiores en número.
Él estaba seguro que vencerían, pero sus hombres no lo creían mucho. En el camino, Nobunaga se detuvo delante de un santuario Shinto. Declaró a sus guerreros:
-Voy a recogerme y a pedir la ayuda de los kamis. Después lanzaré una moneda. Si sale cara venceremos, si sale cruz perderemos. Estamos en las manos del destino.

Después de haberse recogido unos instantes, Nobunaga salió del templo y arrojó una moneda. Salió cara. La moral de las tropas se inflamó de golpe. Los guerreros, firmemente convencidos de salir victoriosos combatieron con una intrepidéz (Si es que esa palabra existe) tan extraordinaria que ganaron la batalla rápidamente.

Después de la victoria, el ayuda de campo del general le dijo:
-Nadie puede cambiar el destino. Esta victoria inesperada es una nueva prueba.
-¿Quién sabe? -respondió el general, al mismo tiempo que le enseñaba una moneda... trucada, que tenía cara en ambos lados.

Me parece interezante me recuerda la vez que fui de visita a Yokkaichi que es uina provincia de Mie en Japon donde habia una leyenda urbana que trata sobre un espirtu que atacaba a la gente de una mala aura y que en la television japonesa lo lograron captar cuando se paseaba por la cabeza de unos turistas mientras estos dormian

Kamisama Dios del viento en japones

wenas ercohe, una leyenda bastante interesante la verdad, aunke en cuanto a lo de Kamisama...eso no significa dios del viento (para empezar viento es Kaze), de donde has oido esa palabra?

Aquí va una parabola

Un hombre preguntó a un sabio:
-¿quién es un verdadero amigo?
-El que hace lo que le pides sin que te exija explicaciones.
Y añadió:
-Claro que el verdadero amigo nunca te pide algo que exija explicaciones.

Ahi lo llevas